Rochefort-en-Terre y los pintores

Coup de coeur para Rochefort-en-Terre

El retratista estadounidense Alfred Klots cayó bajo el hechizo de Rochefort-en-Terre en su primera visita en 1903, y en 1907 decidió comprar las ruinas del antiguo castillo medieval. Reconstruyó un nuevo castillo sobre las dependencias del siglo XVII (especialmente los antiguos establos). Alfred Klots se implicó en la vida local y, a partir de 1911, creó el 1er concurso de ventanas floridas, que con el tiempo se convirtió en el de los «pueblos floridos«. Estimuló el gusto de los Rochefortais por su patrimonio, sentando así las bases de una actividad turística.

Los Klot compartieron su vida entre América y Rochefort-en-Terre, donde invitaron a muchos artistas. Cuando Alfred Klots murió en 1939, su hijo Trafford, también pintor, continuó la tradición familiar. Murió en 1976, pero su esposa Isabel Klots mantuvo viva la presencia artística americana de pintores en el castillo, en particular creando un acuerdo entre el Consejo General y el Instituto Maryland de Baltimore para acoger a pintores americanos, en residencia, durante el verano. Rochefort-en-Terre debe mucho a la familia Klots.

¡No dude en abrir la puerta del Café Breton, uno de los bistrós más antiguos de Europa abierto desde 1818! Podrá admirar un magnífico fresco original de Alfred Klots que representa una escena de boda bretona, mientras disfruta de una deliciosa crêpe.

En 1978, el Conseil Général du Morbihan compró el castillo a Isabel Klots como renta vitalicia. Este último conservará el usufructo de la mitad del castillo y la otra parte estará abierta a los visitantes.

El castillo de Rochefort-en-Terre es ahora propiedad del municipio desde 2013, tras una donación del departamento. A día de hoy, el parque del castillo está abierto de forma gratuita para visitarlo de 10 a 18:30 horas. También puede, gracias a la aplicación Guidigo (gratuita), realizar una

visita guiada del castillo

Un reconocido artista suizo

Marius Borgeaud es uno de los artistas más reconocidos de su generación, junto a Ferdinand Hodler y Félix Vallotton.Nació en Lausana en 1861 en el seno de una familia burguesa. Habiendo pertenecido inicialmente al movimiento postimpresionista, pronto impuso su estilo propio, alejado de cualquier movimiento pictórico. Marius Borgeaud, que dividió su vida entre París y Bretaña, expuso en la capital a partir de 1904.

Tras breves paradas en Pont-Aven y Locquirec en 1908, se trasladó a Rochefort-en-Terre en 1909 en el Auberge Lecadre (actual Hotel Le Pélican) y permaneció allí durante unos diez años. Siempre mantendrá un pied-à-terre en París, mientras pasa gran parte del año en Bretaña. Marius Borgeaud se resistió a la tentación pintoresca de los puertos y a los atractivos folclóricos de los Bigoudenes en procesión, prefiriendo pintar los interiores y las escenas de la vida.

Fue en Rochefort-en-Terre donde nacieron dos de sus series más conocidas, una realizada en el ayuntamiento y la otra en la farmacia de su amigo Ernest Houal, y que le reportaron un gran éxito en el Salón de los Independientes de París. Lanzaron su carrera, por así decirlo. Son estas escenas interiores las que atestiguan la madurez de su obra y harán su reputación.

Los 11 años pasados en Rochefort-en-Terre, le encantaban el ambiente de los bistros, los paseos con su farmacéutico Hernest Houal, incluso en las alturas de St Fiacre. En 1918 conoció a Madeleine Gascoin en Rochefort-en-Terre, con quien se casó en 1923. Mientras tanto, se traslada a otro pueblo de Bretaña, Le Faouët, también conocido por su colonia de pintores. Murió en 1924, dejando una obra de casi 350 cuadros.

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