En su libro «La vieille France qui s’en va» (1903), el escritor y fotógrafo Charles Géniaux describe su encuentro a principios del siglo XX con Naïa, la bruja del pueblo. Según Charles Géniaux, era conocida localmente por tener el don de la ubiquidad, por leer el futuro, por no sentir dolor… Según uno de sus informantes, había nacido en la vecina comuna de Malansac, de padre rebútero.
También sabemos que era educada: saber leer, escribir y conocer las plantas. Había heredado dones de ventriloquia y varios trucos de saltimbanques.
Así se construyó y perpetuó la leyenda de Naïa, la bruja de Rochefort-en-Terre, una mujer sin edad y sin hogar. ¡Sin embargo, puede que tengas la suerte de toparte con ella en Facebook!