


Calles con encanto, casas con entramado de madera, abundancia de flores en los balcones, tiendas artesanales…
Rochefort-en-Terre clasificado como uno de los «Pueblos más bonitos de Francia» es un lugar imprescindible en Bretaña. Tanto en verano como en invierno, la pequeña ciudad le tiene reservadas algunas encantadoras sorpresas
Una pequeña ciudad en el campo, situada entre Vannes y Redon y a 20 km de las playas del Atlántico.
Questembert tiene un notable patrimonio que la convierte en una visita obligada para los amantes de las piedras antiguas y la naturaleza.
Fue el castaño el que dio nombre a la ciudad, pero son sus magníficas Halles del siglo XVI las que se han convertido en su símbolo.
La Vraie-Croix, Langroëz en bretón, es un pueblo conocido por la calidad de su patrimonio arquitectónico, sobre todo por su capilla atípica y también por su excepcional floración.
El pueblo ha ganado La Fleur d’or 2018 y con su etiqueta de 4 flores «Village Fleuri» (Pueblo Florecido), este pueblo de Morbihan merece una visita. Te invita a maravillarte con la belleza de la piedra y la belleza de las plantas.